En un momento de descanso, Fraga, acompañado de su séquito habitual y del alcalde fisterrán, se va a dar una vuelta. Al poco, le bisbisea apremiante unas palabras a su inseparable Chema Veloso que este traslada al alcalde, José Manuel Traba:
-Don Manuel se está meando. Busque urgentemente un sitio cerca donde pueda evacuar.
El edil se dirigió a un bar próximo y le comunicó al dueño que el presidente de la Xunta iba a mear en su servicio. No hubo objeción y don Manuel franqueo segundos después la puerta. Pero, de repente, hecho un basilisco, da media vuelta:
-No puedo entrar en un sitio donde se insulta a las instituciones gallegas.
El “insulto” no era otra cosa que un cartelón de Nunca Máis. Traba habla con el dueño, llamémosle Manolo, y este accede a retirar el cartel que disimuladamente enrolla.
Expedito el bar, Fraga vuelve a entrar como un rayo directo al water, cuya puerta más que abrir, atropella. Pero los parroquianos, entienden ahora por qué Manolo descolgó el cartel de Nunca Máis y empiezan a reciminárselo:
-Manolo, pelotas, non imos volver por eiquí. Qué che pague os viños Fraga. ¡Traidor! ¡Vendido! ¡Cagán!
Sale el presidente de la Xunta del servicio y los clientes acompañan sus pasos con gritos de Nunca Máis que irritan aún más a don Manuel quien, como raposo con fuego en la cola, abandona el bar a la velocidad de entrada, murmurando maldiciones contra los paisanos, y se pierde entre su cariacontecido séquito.
El alcalde huye con Don Manuel abandonando a Manolo a su suerte, quien vuelve a ser objeto de la ira de sus ya ex-clientes y se queda lamentando su suerte
-De tódolos bares de Fisterra, tiña que vir aruinar o meu. 22/12/03
Esta historia : ¿SUCEDIÓ DE VERDAD? ¿FUE INVENTADA POR ALGUIEN CON EL TIPICO HUMOR GALLEGO? ¿QUE BAR ERA ESE?
fisterra
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