Costó 2 millones de euros aportados por la Conselleria de Medio Ambiente, pero luego Portos de Galicia dio largas al permiso que necesitaba la empresa eléctrica Xallas para dar electricidad a una de las 3 plantas de bombeo.
Y ahora resulta que otra de esas 3 plantas de bombeo (la situada cerca del Mar de Fora) es constantemente saboteada para que no pueda funcionar.
No se sabe si esta siendo saboteada por algún motivo en concreto o por simple gamberrismo.
Como esto ya sucedió en cuatro ocasiones, primero se rodeo la planta con una valla, luego se le colocó alambrada de espino por encima, luego se decidió dejar las luces encendidas durante la noche y por ultimo se instalaron cámaras de seguridad con visión nocturna. Y todo esto nos costara mucho dinero.
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