Llegan tantos peregrinos, y algunos con historias tan curiosas, que parece ya difícil sorprenderse. Pero, sí, esa capacidad aún está activa. ¿O no es acaso sorprendente el viaje de Kinuyo? Ese es el nombre de la esposa de Tetsutaro, ambos apellidados Denda.
El matrimonio, acompañado por su amiga Hiroko Aolai, todos de Nagano (más o menos en el centro de Japón, al noroeste de Tokio), culminó su camino a Santiago y Fisterra. Lo comenzaron en Saint Jean Pied Port. Lo curioso es que Kinuyo viaja en silla de ruedas. A veces se apoya en muletas, pero la mayor parte del tiempo es su esposo quien la empuja.
La mayoría de los peregrinos realizan el Camino a pie, o en bicicleta, pero hasta ahora nadie lo había hecho en monociclo, con una rueda de montaña de 29 pulgadas, de piñón fijo. El cordobés Daniel Burón García, de 29 años, combina pedaleo y equilibrio para después de más de 800 kilómetros entre Roncesvalles y Santiago tener las fuerzas suficientes para llegar a Fisterra.
El año pasado fue Xacobeo y a Fisterra llegaron 17.983 peregrinos. Fue la mayor cifra lograda nunca desde que se llevan registros en Fisterra de la llegada de caminantes. Este año esa cifra podría llegar a superarse, demostrando que el Camiño se mantiene con fuerza más allá de las promociones puntales.
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